lunes, 8 de junio de 2009



















Los programas sencillos, como los ejemplo planteados hasta ahora, normalmente no necesitan un nivel de estructuración elevado. Pero cuando éstos crecen un poco necesitamos estructurarlos adecuadamente para mantenerlos legibles, facilitar su mantenimiento y para poder reutilizar ciertas porciones de código. El mecanismo C que nos permite esto son las funciones. Con los compiladores, los fabricantes nos proporcionan un conjunto importante de funciones de librería. A veces, nos puede interesar construir nuestras propias librerías.

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